Abre los ojos


Escrito en el 2014 de mis apuntes 2.0

Estaba pensando el otro día, después de hacer el amor, ¿qué es eso de cerrar los ojos mientras uno está en éxtasis y va sintiendo cada vez más y más; es algo que sobrepasa nuestros simples reflejos. Quizá se trate de un tipo de abstracción, una manera de experimentar el goce sexual más atentamente, dejando afuera todo lo que no pertenece a ese par de cuerpos ungidos en sudor y placer. Porque no hay sexo sin amor y éste no sólo se percibe con los ojos y los demás sentidos, sino con el espíritu.

Mirar adentro no es algo que la gente haga con mucho gusto, más bien cuando lo hacen es a disgusto y con algo de temor, muchas veces ocultándose a si mismos los verdaderos propósitos. Pero cuando nos fusionamos con el otro uno tiene que voltear a mirar dentro aunque no quiera, es, como lo decía, un reflejo involuntario pero muy necesario. Una guía que nos introduce al viaje interior; por unos instantes dejamos de ser uno y nos convertimos en todo y en la delirante nada. Algo similar a la meditación. Ese acto de parar y apartar todo tipo de ideas hasta soltar todo,  y aunque parezca algo inútil, es para mi, hasta ahora, la mejor manera de solucionar mis conflictos y de adquirir una visión mas clara, amplia y verdadera de lo que me pasa.

Precisamente cuando uno se haya en el proceso meditativo, uno de los primeros pasos es cerrar los ojos, no siempre es necesario, pero cuando uno es principiante en esas cosas lo mas recomendable es cerrarlos ya que se trata de cortar con el vinculo mas importante que tenemos con el exterior, en un esfuerzo por mirar hacia dentro y transitar libremente en uno mismo.

La vista nos da un abanico de colores y formas que nuestro cerebro recibe, analiza y archiva; el tiempo, energía y esfuerzo neuronal que usamos cuando vemos es importante, tan importante que cuando dejamos de ver, toda esa energía, esfuerzo y tiempo son enfocados para mirar adentro. Ver en nosotros mismos quizá sea una actividad que salvo en aquellos episodios de sexo, meditación y sueño, no podemos lograr despiertos y  con los ojos bien abiertos.

Recuerdo una de las afirmaciones favoritas de las maestras –Abre bien los ojos, ¿qué no ves?- Al referirse algún cálculo matemático que seguramente yo no lograba comprender. Entonces me sentaba enojada y con ganas de gritar con todas mis fuerzas –Sí!!!! Y pensaba, -nimodo que tuviera los ojos cerrados…maestra tonta! Ahora que lo pienso, quizá hubiera sido mas efectivo cerrar los ojos y concentrarme dentro mí para resolver ese y la mayoría de los problemas de mi vida.



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